HILOS DE HISTORIA
Tejiendo Contextos
Paola Troconis
El Museo Nacional de Historia de la Ciudad de México, inauguró el 26 de marzo del 2015 la exposición “Hilos de Historia”, ubicada en el iconico Castillo de Chapultepec en el pulmón del Distrito Federal. La exposición esta conformada por tres salas en las que se encuentran más de 160 piezas, las cuales fueron meticulosamente seleccionadas por historiadores y restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Las piezas que se encuentran en la exposición son parte de una larga colección, 10,000 piezas aproximadamente, que abarca desde el siglo XVIII hasta el XX. Durante los 100 años que se ven reflejados en las piezas expuestas podemos imaginar a personajes de la historia de nuestra gran nación, así como el contexto en el que vivían ciertas clases sociales de la época y sus costumbres. Prendas que sobrevivieron batallas, como la casaca de los uniformes militares utilizado por Jose María Morelos en la Independencia de México.
Cada una de las piezas tienen un momento significativo que la enmarca en un cuadro de la Historia, no solo de México, sino del mundo en general. Como un libro viejo, cuyas páginas son frágiles, pero ricas en historia y alma, estas piezas fueron cuidadosamente restauradas para poder ser exhibidas y así, mediante la memoria y la narración que una simple pieza de indumentaria puede tener, cautivar a los visitantes y promover los valores hacia lo que nuestros antepasados nos han heredado. La colección, según la curadora de la exposición, María Hernández, se ha formado poco a poco gracias a las diferentes donaciones y compras de cada una de las piezas por su valor histórico y la exquisitez con la que esta hecha cada una de estas.
“No es una exposición de moda, sin embargo quienes estudian la moda o están inmersos en ello pueden admirar el detallado trabajo de estas piezas”, dijo la investigadora María Hernández.
La exposición esta hecha para poder apreciar las piezas en detalle. Las telas, los bordados, encajes y pedrería deleitan la pupila gustativa de sus espectadores. Sin embargo, a pesar de el exquisito trabajo de restauración en piezas tan atractivas, como el vestido que utilizó la legendaria Doña, María Felix. No existe un discurso que cuente el verdadero sentido de la pieza de indumentaria. Al parecer, la exposición es solo un armario perfectamente climatizado, con la iluminación adecuada, en el cual las prendas están perfectamente planchadas listas para no ser vistas con el propósito en el que fueron realmente confeccionadas.
Es importante destacar que la colección cuenta con una amplia cantidad de piezas de reconocidos diseñadores del siglo XX como: Coco Chanel. Christian Dior y Balenciaga. Todas las piezas están en perfecto estado logrando trasladar al espectador a siglos pasados e imaginar como se vestía la clase económica privilegiada. Gracias a las diferentes fichas ubicadas en cada una de las salas, se puede conocer más acerca de las tendencias utilizadas en cada época: nombres, materiales, texturas entre otras y así ejemplificar mediante el tacto cada una de las piezas exhibidas.
La exposición esta ubicada en una de las alas superiores del majestuoso Castillo de Chapultepec, el cual funciono como casa de la Emperatriz Carlota, algunas de sus piezas de indumentaria también se encuentran dentro de la exposición. Es importante recalcar que una de las medidas estrictas de conservación de los tejidos, es la poca iluminación por la temperatura y un ambiente seco para que las prendas no lleguen a humedecerse. El espacio es pequeño por lo que se recomienda ir en días no muy concurridos en el Castillo. La poca iluminación hace que leer las explicaciones montadas sobre cada vitrina y pieza sea difícil de leer.
Los espectadores de Hilos de Historia, pueden apreciar algunas de las piezas más importantes de la colección: el vestido de gala de Frederick Worth, el padre de “haute couture”, el lienzo que cubrió los restos de Hernán Cortés, zapatos de la reconocida marca Meier, favorita de la reina Victoria de Inglaterra, rebozo tejido en seda e hilos de plata, así como distintos tocados de piel y plumas finas. Se podría pensar, que al tener tal cantidad de piezas de suma importancia en el mundo de la historia de la moda, se explicaría detalladamente el origen, técnicas de elaboración y materiales de cada una de estas. Temo decir que la exposición no contiene dicha información, dejando a los curiosos, que buscan más allá de lo que se puede ver a través de las obscuras vitrinas, sin una explicación clara del verdadero propósito de la pieza postrada ante sus ojos. Al parecer la curaduría dio por supuesto, que la única finalidad de la exposición era “presumir” la basta colección que posee el Museo Nacional de Historia de la Ciudad de México sin llegar a comunicar algo más.
Hilos de Historia es una exposición con una amplía riqueza en cuanto al valor histórico y de calidad en cuanto a la restauración de cada una de las piezas, pero no tiene el valor de discurso que prendas con tales características podrían llegar a tener. Es un buen primer acercamiento de estas prendas hacía el pueblo mexicano, pero ciertamente es un inicio de trayecto lleno de baches que esperamos se puedan parchar y así aprovechar una de las colecciones de indumentaria más grandes del mundo.